15 marzo 2015

Trayectoria

A medida que pasa el tiempo cuesta más y más pensar algunas cosas. Las obras que ya se escribieron, los conciertos que se llevaron a cabo, las explicaciones que se dieron sobre las obras, todo ello define un imaginario personal: el propio estilo. Todos quieren encontrar el propio estilo, la manera particular de decir las cosas, en lo posible, una propia voz que sea  maravillosa.
A medida que se encuentra lo propio una empieza a correr el riesgo de empezar a responder a eso, y a reaccionar sobre la propia obra; lo nuevo entra necesariamente en auto-diálogo con lo anterior, ese baggage personal que viene con una mayor conciencia de lo que se esta haciendo.
¡Auch! La difícil tarea de la no-tan-joven-compositora.

...

Las palabras compositora, artista (¡guau!), obra, estilo, trayectoria, me resultan decadentes. Pero son las únicas que definen algunas cosas que hacemos: cierto tipo de actividad no utilitaria pero sumamente comprometida que intenta crear, no se si un mundo mejor, pero un mundo más verdadero.

 

 
Sketches de diseño espacial para Musique Concrète