Mostrando las entradas con la etiqueta Macrobiótica. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Macrobiótica. Mostrar todas las entradas

12 julio 2014

Arte efímero

Notas de programa
Pensar el menu, hacer las compras, caminar, cargar las bolsas, subir las escaleras. Pelar las verduras, cortar las cebollas, llorar. Cocinar a fuego lento, esperar, revolver, probar. Limpiar la cocina, ordenar.
Poner la mesa.

Comer lo mas lento posible... masticar, disfrutar.

En analogía con la cocina, una composición "acabada" tiene detrás de sí, horas, días, meses, tal vez años de trabajo. Una vez terminada, la obra se puede volver a tocar en otra oportunidad...  no así el guisito de la abuela: se come una sola vez.


Respeto con la cocina, ¿si?

06 agosto 2011

Mmmmm!

Sopa de invierno de Mercedes Escardó, artista sensible de la cocina


Componer con zanahorias...
Avanti morocha y suerte con el jengibre! Probare tu rica sopa de invierno en este pseudo verano holandés!
http://larevolucionestaenlacocina.blogspot.com/


13 febrero 2011

Apuntes de la cocina macrobiótica


Cuando Mercedes me vino a visitar le sacábamos fotos a cada uno de los platos que ella hacía, y después, comíamos muy lentamente... masticando... como si estuviéramos meditando la comida. La masticación es una actividad amplia, cuyo proceso incluye, a veces, la comida.


Pintar cuidadosamente la sartén, con una capa finita de aceite, (aceite en otros idiomas se dice óleo). Cuando la sartén está lo suficientemente caliente, colocar las verduras,  cuidadosamente cortadas y combinando bien los colores para tener mejor balance de nutrientes.


La comida es una ceremonia, llena de colores, aromas, sonidos y emociones. Un conglomerado de pequeñas cosas que nos hacen felices. Una parte mínima de ese ritual, se puede comer.

La macrobiótica, que viene de la cocina japonesa, disfruta de incluir en sus platos texturas parecidas al papel: alga nori, papel de arroz comestible, alga kombu. Una vez me regalaron un caramelo japonés para comer con papel y todo. Me pareció una cosa muy moderna y muy antigua a la vez.

La salsa le da un toque de intensidad al arroz plano, y se convierte en protagonista. Se parece a la obra que estoy escribiendo, donde la gamba tiene un momento de intensidad mientras el coro hace la plancha, como el arroz. ¡Qué sería de la salsa sin el arroz, queridos cantantes!

Macrobióticos