Hace años que estoy fascinada por la obra de Schumann. Amor que viene inspirado por Gerardo Gandini, hermoso filtro porteño de Schumann y de mis balbuceos intermitentes en el piano allá lejos.
La vida, me pone en Düsseldorf por un año, como un pin y pon en un mapa extenso, y caigo en el tablero junto con otra ficha querida, que es mi deseo de escribir un concierto para piano y tocadiscos basado en Schumann.
Schumann vivió en Düsseldorf y hay un archivo sobre su obra en la ciudad. Es un buen lugar para escribir esta pieza. Tengo el espacio y el tiempo. Tenía ya ganas. No había planeado nada y las cosas no podrían encajar mejor. Es así como una empieza a pensar en la mano gigante que te mueve en el tablero del mundo y otras fantasías deterministas por el estilo.
Cuando no estoy demasiado ocupada planeando mi vida las cosas suceden solas. La vida es loca, si lo sabría Schumann.
fotos de Edu Fernández