18 noviembre 2013

Arte pobre

Cinta importada de Berlín, marquito holandés
y puro rancho argentino



No hay nada más lujoso que el arte pobre. Cuando los recursos son reducidos todo se vuelve importante. Junto a la flautista Adriana Montorfano, estamos ensayando, en Buenos Aires Dancing Windows, un concierto multimedia para flauta, cinta, linternas mágicas, hilos, papeles, tijeras, latas, arvejas, dos vasos, sal, un ventilador, grabadores de casete, cartón descartable, una cortina...
Hace poco, hice una versión de este proyecto en Berlín, junto al clarinetista Lucio Capece. Pasamos cuatro días de constante ensayo y tragos. A Lucio se le ocurrió hacer diapositivas con lo que teníamos en el momento: un rollo de cinta de pegar gris y marquitos de diapositiva. Ambos dos, músicos, nos zambullimos en las artes visuales sin escrúpulos... ¡Tiemblen artistas plásticos! 

Prueba en Temperley de la misma diapositiva

Fetiche mayor de los últimos mil años  
 
Después de esta clase de bricolaje, si están en Buenos Aires el 7 y el 8 de Diciembre pueden ver el concierto terminado. Dice Mariano Etkin que decía Morton Feldman... que no se le note el hilván. En esta música el hilván es el material.