Mi planetario |
Está el artista que quiere cambiar al mundo desde afuera, y el otro del establishment, que quiere adaptarse al mundo para conseguir subsidios. Estar adentro del mundo todo el tiempo es asfixiante, estar afuera se puede volver solitario y apolillado. Me interesa salir y entrar de esta calesita loca, ir y venir. El afuera y el adentro brindan cosas diferentes en un diálogo frágil entre lo personal y las estructuras que habilitan ciertos procesos institucionales, como escribir una ópera.
Pero lo que más me gusta de esta dialéctica de los mundos, es el mismo entrar y salir, atravesando las distintas realidades como pantallas de video games: el mismo cambio. Ir para atrás y para adelante, utilizando los distintos mundos como horizonte, pero también como refugio.
En el transcurso de las sucesivas órbitas sociales, enseño yoga. Una manera "bombástica" de decir que hoy estoy contenta.