Today I still find myself at this stage, even if I am nearly finished filming Blow-Up. To be frank, I am still not completely sure of what I am doing, because I am still in the "secret" of the film.
It is impossible for me to analyze any of my works before the work is completed.
Michelangelo Antonioni, the architecture of vision.
Cuando se escribe una obra nueva, se está en una vigilia entre saber y no saber, fluctuando entre diversos momentos de iluminación y de porrazo.
Es muy bonito cuando la deriva es armónica y una cosa va llevando a la otra y el sentido de la tarea se va intuyendo, se va develando en a marcha, aunque no se puede formalizar.
Mi pregunta viene en el momento que sí se sabe. Cuando se tiene una revelación de lo que una hizo y la obra se muestra. ¿Qué se hace con eso? ¿Cómo se sigue?
Abandonar la certeza y seguir adelante en el camino de la incertidumbre es lo más puro (o lo menos aburrido).
Cada vez que hago algo nuevo, primero escribo la obra y luego del concierto, “alla Antonioni”, veo lo que en realidad quise hacer. Mitad constatación, mitad sorpresa, los hallazgos siempre vienen de los ángulos menos sabidos.
Las veces que traté de repetir la fórmula de una obra que me gustó especialmente, ya siendo muy consciente de mis propósitos, por lo general no funcionó muy bien. La obra se transforma en una cáscara vacía, una auto-retórica que lleva a una caricatura de una mismo. Copiarse una misma es también copiar y quedar presa del auto-estilo.