04 noviembre 2009

Gespleten piano - notas de programa

Cuando era chica mi papá había construido una puertita de chapa con la tapa de un viejo lavarropas, en el patio de mi departamento. Una vez atravesada, la mini puerta te conducía a un patio paralelo - que en realidad era el mismo. En apariencia era un patio totalmente igual, pero si uno prestaba atención las cosas se comportaban de una manera extraña, casi mágica. El dibujo de las baldosas, por ejemplo, te hipnotizaba y los bichitos de las plantas te leían la mente. Ni que decir si aparecía mi mamá con la leche… me aterrorizaba porque pensaba que era una doble. Sólo me podía quedar unos instantes en ese mundo paralelo y luego, corriendo y muerta de miedo, volvía a atravesar la puertita y volver al patio “de verdad” para tomar la leche con mi mamá real.
Mientras componía Gespleten piano recordé esta anécdota de mi infancia, ya que en esta obra hay objetos reales y sus duplicados. El espejo duplica el espacio visual, los grabadores de cinta emulan el espacio auditivo. También hay objetos extra musicales “gemelos”. Me gusta pensar que en el juego de la obra, no se sabe cuál es la copia y cuál es el original.
Últimamente me gusta explicar mis obras con anécdotas, porque confunden igual que las notas de programa, pero son más llevaderas.