17 diciembre 2007

Autoreferencial

Mi música añora una infancia donde jugábamos con cálculos matemáticos de una manera brutal y salvaje. Es esa infancia de la música occidental cuando las estructuras albergaban materiales profusamente expresivos y exuberantes. Un mundo en el que la geometría, la proporción se mezclan con la concepción vital de las cosas. Una cosmogonía musical hecha de ciencia y sentimiento.
Mi música añora una infancia donde éramos uno: la estructura, la sensualidad de la música, el humor y la vida de los hombres alrededor de la música. Todo sentido y trascendente.