Es extraño publicar cosas en la web. Es como un espacio íntimo a la vez que expuesto. Como las casas en Holanda, que no tienen cortinas y se ve practicamente todo el interior. Uno podría mirar adentro, pero no lo hace, o trata de no hacerlo, porque se encontraría con un señor despatarrado en el sillón mirando la tele, en una pose que no pretende ser pública. Muchas veces tengo la sensación que el espacio web es algo parecido, entre lo público y lo privado.